Las Máximas del Maestro Han Shan (Un Viaje a la Tierra de los Sueños) · 5º Parte - Hortensia De la Torre (Maestra Yin Zhi Shakya)
38. Nuestra Naturaleza Búdica es siempre clara y luminosa. Si nosotros no podemos ver es porque nuestros ojos se velan con el polvo de la emoción. Nosotros no podemos limpiar el polvo con polvo y no podemos calmar las emociones con emociones. ¿Entonces cómo removemos ese velo? Nosotro...s usamos la sabiduría del Dharma. El esclarecimiento alza el velo e ilumina nuestro rostro Búdico.
39. La gran cualidad de la sabiduría es que siempre responde con lo que se necesita exactamente. Como una espada bien afilada y bien dirigida, siempre da en el blanco. Cuando crecemos en la sabiduría podemos entender y controlar nuestra mente.
Una persona sabia siempre es amable y considerada. Siempre ve lo que se necesita. Permite que la nieve caiga sobre un cuerpo acalorado. Proporciona agua fresca para mitigar una sed desesperada.
40. El camino fácil es siempre tan atractivo. ¿Entonces por qué prefiero el camino duro? En el camino fácil tomamos las cosas por dadas. Nos volvemos perezosos y aburridos. Ésta es una fórmula para perder y hacer surgir los problemas. Cuando tomamos el camino difícil, sabemos que no podemos bajar la guardia en ningún momento. Tenemos que permanecer alerta para estar a la altura del reto. Solucionar problemas vuelve nuestra menta más aguda y fortalece nuestro carácter. ¡Éste es el logro! ¡Ésta es la verdadera ganancia!
41. Todos nosotros tenemos una tendencia a gustar de aquéllos que escuchan nuestros consejos y nos disgustan aquellos que los ignoran. Debemos cuidarnos de esta tendencia.
Si permitimos que nuestras emociones nos influencien, seremos culpables de ignorar el consejo del Dharma. El amor y el odio pueden infectar la conciencia y pueden poner en peligro nuestra habilidad de percibir claramente, de ver con ojos imparciales. En la oscuridad nosotros podemos tropezar. Cuando controlamos nuestras emociones, conservamos la luz.
42. Las personas piden estímulo sensorial. Disfrutan este tipo de excitación externa. Pero yo considero tales estímulos una forma de sufrimiento. El estímulo sensorial se alimenta de sí mismo, y crece más y más, desarrollando un apetito sin fin. Las personas se destruirán a si mismas y destruirán a otros también, tratando de satisfacer dicho apetito desenfrenado. El placer derivado de la sabiduría del Dharma es la excitación interior. La felicidad crece junto con la capacidad de disfrutarla. Cuando hay opción de escoger entre los goces, las personas iluminadas siempre escogen el Dharma.
43. Miren, los éxitos mundanos tienen su lado flaco. Entre más rico esté, más orgullo se vuelve. A más alto cargo, más mandón se vuelve. Entre más grande sea su ambición, más desconsiderado se comporta.
El éxito en el Dharma funciona distinto. Entre mejor persona sea, mejor se vuelve usted.
44. Las olas encrespan el mar y el molino gira a causa del viento. Llévese el viento, y el mar se calmará y los molinos de viento descansarán. Para cada efecto hay una causa.
Las olas del deseo por las cosas en el mundo material sacuden nuestras mentes, nos mantienen en un estado constante de agitación, revoloteando en todas las direcciones. ¿Qué piensa usted qué podría pasar si eliminamos el deseo?