Las Máximas del Maestro Han Shan (Un Viaje a la Tierra de los Sueños) · 2º Parte - Hortensia De la Torre (Maestra Yin Zhi Shakya)
7. Nuestra mente y nuestro cuerpo son puros por naturaleza; pero nosotros los empañamos con obras y pensamientos pecaminosos. Para restaurar nuestra pureza original, solo necesitamos limpiar la suciedad acumulada. ¿Pero cómo proceder con el proceso de limpieza? ¿Debemos colocar una barrera entre nosotros y las ocasiones propicias para el desarrollo de nuestros malos hábitos? ¿Alejarnos de los lugares de tentación? No. No podemos cantar victoria simplemente por evitar la batalla. El enemigo no es nuestros ambientes, está en nosotros mismos. Tenemos que confrontarnos e intentar entender nuestra debilidad humana. Darnos una mirada honrada, a nuestras relaciones y nuestras posesiones, y preguntar que nos ha traído nuestra propia indulgencia. ¿Nos ha traído felicidad? Ciertamente no.
Si somos despiadadamente honestos tendremos que admitir que fue nuestro propio y tonto egotismo lo que nos enlodó. Aceptar esto es algo doloroso. Ahora, si queremos derretir el hielo tenemos que aplicar calor. Entre más caliente el fuego, más rápido se derrite el hielo. Lo mismo pasa con la sabiduría. Entre más intenso nuestro escrutinio, más pronto alcanzaremos la sabiduría. Cuando somos grandes en sabiduría empequeñecemos nuestro viejo y egoísta Yo. La competencia entonces habrá terminado.
8. Hay momentos en que actuamos con fe inquebrantable en el Dharma aunque no entendemos la situación que estemos viviendo. En otras ocasiones, entendemos la situación pero tenemos miedo de ser totalmente fieles al Dharma.
En un caso, manifestamos el corazón; y en el otro, manifestamos la mente. ¡Debemos unir estos dos! ¡El entendimiento Y el tener fe!
9. Con un apoyo pequeño, una palanca puede mover toneladas de peso. Con un pensamiento ávido, pueden adulterarse años de integridad. Un pensamiento ávido es la semilla del miedo y la confusión. Crecerá salvajemente. La ganancia material que un acto ávido pueda proporcionar es de hecho una ganancia pequeña. Actuar sin codicia y perder algún beneficio material también es, por consiguiente, una pérdida pequeña. ¡Pero perder nuestra integridad! ¡Ésa sí es una pérdida inmensa! La persona iluminada permanece atento a dicha palanca.
10. ¿Para qué se esfuerzan las personas? Dinero, fama, relaciones exitosas, el Dharma. Ahora, un hombre puede hacerse muy rico pero puede ser odiado por su familia. Otro hombre puede ser amado por todos pero no tener un peso a su nombre. Incluso un tercer hombre puede ser considerado como un héroe por sus compatriotas y no tener ni fondos ni una familia amorosa. Generalmente, tanto esfuerzo se coloca en lograr una meta que otras metas no pueden ser alcanzadas. ¿Pero qué hay de aquel hombre que se esfuerza por lograr el Dharma? Si tiene éxito habrá alcanzado, de lejos, más ganancia en esa meta que en las otras tres combinadas. A la persona que logra el Dharma no le hace falta nada.
11. Ponga un pez en la tierra y él recordará el océano hasta el día de su muerte. Coloque un pájaro en una jaula, y aún así, el pájaro nunca se olvidará del cielo. Cada cual permanece nostálgico de su verdadero hogar, el lugar dónde su naturaleza ha decretado que debe estar.
El hombre nace en estado de inocencia. Su naturaleza original es el amor, la gracia y la pureza. Pero aún así emigra con tal ligereza, incluso sin parar a pensar en su antiguo hogar. ¿No es esto más triste que lo del pez y el pájaro?
12. Aquéllos que persiguen el dinero siempre están de afán, siempre ocupados y con asuntos urgentes. Aquéllos que buscan el Dharma, lo toman con suavidad, sin problema. ¡Qué aburrido! - dirán algunos. Quizá. Quizá sea realmente triste detenerse a oler una flor o a escuchar el canto de un pájaro. Quizá un destello de oro deslumbre más que la vista de nuestro propio rostro original. Quizá lo que necesitamos es una mejor definición de “tesoro.”
13. El clima del corazón debería estar siempre despejado, siempre soleado y calmado. El único momento en que se puede se dañar el clima es cuando aparecen las nubes de la codicia y cundo el apego toma forma. Esto siempre traerá tormentas de preocupación y confusión.
14. Un solo mugre en el ojo obstaculiza la buena visión, vemos las imágenes dobles o triples. Un solo pensamiento sucio confunde a una mente racional. Muchos errores de juicio pueden surgir de esto. ¡Remueva el mugre y vea claramente! ¡Remueva ese pensamiento sucio y piense claramente!
15. Los grandes logros están compuestos de detalles diminutos. Aquéllos que tienen éxito logrando el Todo han atendido cuidadosamente a cada parte diminuta. Aquéllos que fallan las han ignorado o los han tomado a la ligera juzgándolas insignificantes. La persona iluminada no pasa nada por alto.
16. ¿Por qué son ciertos objetos materiales tan valorados? Una gema es casi inútil y un adorno grabado es tan bueno como uno sencillo.
El hombre decide que el oro es valioso porque es raro, duradero y brillante. Piensa entonces que si posee oro, él, a su vez, será raro o único, que su valor individual será duradero, y que él también será considerado una persona bastante inteligente. Tanto se puede obsesionar con estas ridículas nociones que en la búsqueda del oro, destruirá esa misma vida que tanto está tratando de embellecer.
En la oscuridad del engaño el ignorante cree que puede brillar reflejando las cualidades que ellos han asignado a sus posesiones. Aquéllos que viven una vida Iluminada rápidamente entienden que las cualidades de un objeto no se transfieren a quien lo posee. Un montón de tesoros apilados en su camino no obstruirá su visión. Pueden mirar a través de ellos. Oro en el bolsillo no es oro en el carácter.