Si echamos azúcar en un vaso con agua, ésta se endulzará; si echamos sal, quedará salada, si vertemos vinagre tendrá un sabor ácido. Nuestra mente funciona de la misma forma: somos libres de sazonarla con los ingredientes que queramos. Si usamos un lenguaje amable con los demás, nos convertiremos en personas agradables y reconocidas; si en cambio nos quejamos de todo y andamos señalando los errores ajenos, pocas personas querrán relacionarse con nosotros.
La sabiduría implica conocer los condimentos que podemos agregar a nuestra vida y los que debemos evitar, en la certeza que el poder de modificar nuestro ser interior está en nuestras propias manos. Practicar la meditación con sabiduría significa percibir que los sucesos de este mundo se originan en causas y condiciones, que los elementos se unen y se separan y, de ese modo, producen cualquier tipo de acontecimiento o fenómeno y le ponen fin.
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Fuente: Karma, Meditación y Sabiduría
Pequeñas historias, Grandes enseñanzas
Ven. Maestro Hsin Ting
I.P.B.S. Argentina-2011
